Descripción
J.B. Segarra Berant, fabricante de azulejos y un ferviente admirador de la universal obra de Cervantes, recreo el Quijote tanto en su fábrica como en su casa de campo. En la parte superior de la puerta principal de la fábrica Segarra de Onda (desgraciadamente desaparecida), podemos ver un magnífico mural de azulejos con el nombre de la factoría en el centro y en ambos lados sendos paneles con escenas del Quijote.
Entre 1941-42 Juan Bautista Segarra Bernad construye una masía familiar en el término de Castellón. Todas las estancias interiores del edificio están completamente revestidas con azulejos de la fábrica predominando los diseños historicistas. El comedor nos interesa especialmente por ofrecernos un elegante arrimadero neorrenacentista completo con todos sus elementos (zócalo, fondo y cenefa) en el que se incluyen dos escenas del Quijote de 60×60 cm (3×3 azulejos de 20×20 cm) enmarcadas por un trazo azul que en los ángulos se curva hacia el interior y deviene una flor de lis estilizada consiguiendo un cierto aspecto de lámina historicista. Estas escenas, pintadas por el sistema de trepas , son idénticas a las conservadas en el Museo del Azulejo y corresponden a los capítulos el Sueño de Sancho y Novela de Caballería.
Por otro lado, en el comedor destacamos también las piezas existentes en la chimenea construida con ladrillo macizado y revestida parcialmente con azulejos. En la repisa de la chimenea observamos 8 escenas en azulejos de 15×15 cm pintadas a mano alzada sobre estarcido, delimitadas por un cuadrado azul de fino trazo en el borde de las piezas. Estas escenas parecen tomar como modelo las obras realizadas años antes por Vicente Abad.
1- Para la confección de estas escenas se elaboraba en primer lugar una acuarela a tamaño reducido donde se indicaba el color y la disposición del dibujo. A partir de este modelo se elaboraba otro a tamaño real y con los colores aproximados realizado por un artista y se procedía a la realización de los estarcidos que dividían la escena. Una vez los estarcidos estaban listos, tantos como fuera necesarios, se confeccionaban los calados en los diferentes juegos de trepas sobre papel encerado (con finalidad de evitar el apelmazamiento del esmalte sobre el papel). De este modo era posible pintar azulejos de diseños complejos utilizando, si era preciso, multitud de trepas. El rápido deterioro motivaba la fabricación de muchas copias de una misma trepa. Para la correcta colocación de las trepas (y también en los estarcidos) sobre la pieza, y evitar, desviaciones o inversiones, en la mayoría de ellas se practicaban unos puntos formando parte del ornato que servía de guía al operario. Generalmente estas guías ornamentales se situaban en una de las diagonales de la pieza, bien en el ángulo bien en el centro, o ambos a la vez.
2- De derecha a izquierda son : Vuelta a casa (I,5), D. Quijote con la cabeza (II,), Penitencia, Leyendo libros, carga contra los molinos de viento, D. Quijote apaleado, D. Quijote con Maese Pedro y el mono adivino (II,25), encuentro con tres aldeanas,
Galería
