Descripción
Se trata de un edificio inserto en el conjunto monumental de la Plaza de la Independencia, con una serie de elementos clave que explican la evolución urbana y arquitectónica del Castellón de finales del siglo XIX e inicios del siglo XX: el parque romántico del Ribalta, las casas modernistas y eclécticas de la plaza y el monumento central, La Farola, conmemoración de la coronación canónica de la Virgen del Lidón.
La Casa de las Cigüeñas construida en el año 1912, probablemente según trazas de Godofredo Ros de Ursinos, es el edificio de estética más modernista conservado en la ciudad de Castellón, a pesar de su decidida sencillez estructural.
Consta de planta baja, dos alturas y desván. Mientras la planta baja se forma en base a tres vanos de medio punto, la puerta central y dos ventanales laterales de medio punto, las dos planta superiores se estructuran en base a cuatro grandes vanos separados por pilastras, con balcón, y que se corresponden con cuatro óculos en la zona del desván. La simetría de estos tres cuerpos
es total. Recientemente se ha transformado la planta totalmente y su trazado interior. Si desde un punto de vista estructural ofrece una fachada sencilla, la ornamentación a base de cerámica le otorga una policromía llamativa.
Así, para separar los espacios de los balcones utiliza unas pilastras con cerámica en color azul, que descansan sobre unos pedestales decorados con unas cigüeñas – el elemento más característico de esta vivienda y del que recibe su nombre. Se rematan con dobles columnas tornasoladas que mantienen unos bulbos con pináculos. Los óculos del desván aparecen asimismo rodeados de flores en relieve también trabajadas en cerámica.
Cinco pilastras revestidas de azulejos troceados de color azul (técnica de trencadís) recorren toda la fachada de arriba a abajo. Los capiteles florales de cada pilastra aparecen coronados por sendas pilastras tornasoladas sostienen remates arquitectónicos bulbosos al nivel del alféizar. Entre las pilastras, y en la planta superior, paneles de azulejos lisos de color crema enmarcados por medias cañas ligeramente sinuosas y cuya parte central grandes ojos de buey cerámicos aparecen cercados por ramos con flores en relieve.
En la parte inferior, cuatro paneles de azulejos, enmarcados por cubrecantos cerámicos, con coloristas cigüeñas naturalista adornan los pedestales de las pilastras, finalizados por piezas cerámicas florales pintadas. En la pilastra central, y sobre el arco de la puerta principal, aparece el nº 8 molturado y esmaltado sobre el trencadís azul. También sobre el arco, pero fuera de la pilastras aparece un número 7 en cerámica.
En el zaguán podemos ver un arrimadero completo (fondo, cenefa y zócalo) con diseño modernista con connotaciones neoclásicas: de una cabeza de medusa penden ramos florales de enlace; en el centro cuelga un objeto (un disco) amarilla, de la cual, a su vez se suspenden otros objetos. Este objeto recuerda el mecanismo interno de un reloj de péndulo.
El pavimento del zaguán es de azulejos blancos colocados a falsa escuadra.
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