Descripción
Se trata de una magnífica obra del más puro estilo del ceramista ondense Manolo Safont. Ciertamente, podemos definir este gran mural como una de las aportaciones más destacadas del artista de la llamada abstracción lírica, donde el dinamismo del color y la renovación de la materia plasmada dentro de la obra estimulan el sentimiento del que la contempla. La propia materia viva, las rugosidades, los craquelados, los relieves, los brillos y los mates conforman un universo de sensaciones.
Safont, comprometido con su tiempo e incansable investigador de la materia (de la tierra y de los colores), nos ofrece una explosión policroma (negros, blancos, verdes, rojos, amarillos, morados, naranjas,..) armoniosa llena de optimismo, donde los colores radiantes, completamente libres, parecen cobrar una vida propia.
Esta obra es un ejemplo manifiesto, según Carmela Famolir, donde se muestra que la libertad de expresión del autor prima sobre la forma y continúa en plena expansión. De hecho, según refiere Antonio Gascó, Safont, en esta etapa, “…gana en cromatismo y contrastes tonales de colores puros, alegres y fértiles…”.
Galería
